- una manzana golden preferentemente madura y de gran calibre.
- medio limón grande o uno entero pequeño.
- un puñado y medio de frambuesas congeladas.
Preparación:
Trocear la manzana según vuestra preferencia y almacenarla en un bote si puede ser que sea hermético. Bañar los trozos con el zumo del limón. Por último se añaden las frambuesas congeladas como si fuera un toping.
Es aconsejable dejar descongerlar completamente las frambueas y así conseguir que se integren los sabores.
Es muy refrescante y saludable nutricionalmente hablando.
